Se dice que la noche de Halloween, la puerta que separaba el mundo de los vivos del Más Allá se abría y los espíritus de los difuntos hacían una procesión en los pueblos en los que vivían. En esa noche los espíritus visitaban las casas de sus familiares, y para que los espíritus no les perturbasen los aldeanos debían poner una vela en la ventana de su casa por cada difunto que hubiese en la familia. Si había una vela en recuerdo de cada difunto los espíritus no molestaban a sus familiares, si no era así los espíritus les perturbaban por la noche y les hacían caer entre terribles pesadillas.
Bien pasamos a la actividad:
MATERIALES: Platos de cartón o plástico, temperas, pincel, cartulinas y tijeras
PASO A PASO:
Primero preparamos el material, cogemos el plato y le recortamos un troco como si hiciéramos una luna que sea bastante ancha.
Una vez recortada , pintamos la luna que nos ha quedado con témpera negra.
Por otro lado debemos hacerle la cara al gatito, así que con una cartulina negra le hacemos la cara, que será un círculo y dos triángulos pequeños para las orejas, le ponemos un circulito rosa que será la nariz, unas pequeñas tiras negras para ponerle bigote y unos ojos. Éstos pueden ser ojos móviles o podemos hacerlos con cartulina.
Además le haremos una colita con la cartulina negra también, un trozo cortado curvado como observamos en la imagen. Una vez terminadas las partes solo procedemos a pegarlas... y voilá!!!!
Espero que os haya gustado!!!
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